EL ESTRÉS. TEORÍAS, TIPOS Y RESPUESTAS

EL ESTRÉS.
Definición
Tres teorías de respuesta
Tipos de estrés
Estrés agudo o crónico

-Definición de ESTRÉS.
En física estrés es someter a la materia a la acción de una o varias fuerzas (estrés), vibración, presión, variación de temperatura, impacto, tracción… y medir que resistencia a la fractura o a la modificación de su estructura tiene dicha materia.
En los seres humanos, ¿es un agente externo o se genera internamente?, ¿qué afectación tiene o puede llegar a tener si no se gestiona adecuadamente?, ¿afecta a los sentidos?, ¿esfera emocional?, ¿somatización de síntomas mentales?, o ¿quizás son los síntomas físicos los que hacen patología mental?, ¿existe un estrés de convivencia base, un estrés bueno y un estrés malo?, son muchas preguntas que la ciencia no deja de investigar por lo sorprendente que resulta cada vez que se ahonda en él, y no deja de aportar nuevos paradigmas en cuando a la relación e interrelación de la energía, con la materia, la materia con el ser que la forma, el ser con sus semejantes, con el medio, con el planeta, el cosmos, el universo…
La definición más próxima al concepto de salud integral y felicidad y así es como lo considera hoy en día la OMS: “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades” (Definición de la Organización Mundial de la Salud, OMS).
Bueno, pues parece que el estrés está presente cada día en los seres humanos y está presente en el desarrollo de enfermedades, es posible que en cada fase de la enfermedad, como agente causal, agente reactivo que facilita la adaptación necesaria para la supervivencia, o podría ser un modulador, que estando presente de una manera incontrolada amplifica y acelera procesos patológicos. ¿Gestionándolo adecuadamente colabora en su curación, restableciendo la armonía y el balance del individuo?
La materialización del estrés puede ser una respuesta ante un cúmulo de tareas, quehaceres, presiones impuestas o autónomas, situaciones que escapan al control, que determinan y ponen a prueba al humano con reacciones exclusivas del carácter y personalidad de cada individuo.
Nos podemos imaginar que quien padece estrés en dosis altas de una manera continuada y descontrolada, en no mucho tiempo somatizará síntomas, enfermarán sus órganos, y padecerá trastornos mentales.
-3 TEORIAS DE RESPUESTA
¿Es el estrés un elemento causal de lo anteriormente mencionado?
Es un elemento presente coadyuvante, pero no el único, la complejidad de la mente y su respuesta defensiva ante lo que considera agresión es particular en cada individuo, por lo que se puede alumbrar una primera teoría que cada cual puede apreciar en su propio entorno.

Si el estrés genera bloqueos a cualquier nivel y cualquier plano, incluso el emocional, el sufrimiento físico a causa del estrés, soportado un período largo de tiempo desemboca inevitablemente en un cuadro mental alterado, un cuadro ansío-depresivo, y curiosamente esto, sucede de igual manera al contrario, que un suceso que provoca un episodio ansioso,( vértigos, palpitaciones, nudo epigástrico, sensación de ahogo, incluso crisis histérica) hace perder la armonía en el individuo y le cursa con contracturas, tensión muscular, agravación de procesos degenerativos osteomusculares, o aparición de brotes en enfermedades autoinmunes. ¿No es esto acaso una somatización de algo absolutamente mental?, ¿participa el estrés en estos procesos adaptativos?
Vemos al ejecutivo estresado con trastornos digestivos, dispepsias hernia de hiato, ulceras en estómago…
El esquema de salud enfermedad es muy complejo, pero se tiene muy en cuenta la esfera mental y el equilibrio emocional para la buena armonía, y por tanto buena salud física general.

Las fases de instalación de un proceso patológico, nos alumbra una segunda teoría:

La primera fase de enfermedad, donde bien podría ser un agente causal el estrés, genera desarmonía, puede alterar a nivel sensorial, esto se traduce en sensaciones de malestar psíquico, suave apatía ante la vida, moderadas alteraciones de los sentidos… es ese el momento de observar e identificar la entrada del desequilibrio, todavía superable, se trabaja a nivel preventivo, (Dieta, ejercicio , respiración relajación meditación), análisis de situaciones, corrección de errores, si el individuo que no toma medidas, pasará al plano funcional del órgano, es decir, este paso es detectable con pruebas diagnósticas y analíticas pero en ocasiones no tratamos el problema, solamente el síntoma y este error, y falta de atención, hace que si no es tratado con premura caerá en una fase instalada en lo crónico, en lo degenerativo, en lo lesional, que es donde a menudo la medicina alopática detecta el cuadro de enfermedad, cuando ya el tratamiento es de por vida. Las llamadas medicinas alternativas intentan promover esta idea a nivel social como medida preventiva de salud, y hace comprender que la salud comienza por uno mismo, su actitud, sus ganas de cultivarse, compartir su ilusión, su orden de prioridades, su carácter, su higiene, dieta, felicidad también es salud y las alteraciones en este código por exceso o defecto hacen caer en la desarmonía y es precursor de la enfermedad.
En estos días hay infinidad de factores interferentes de la salud, siendo el estrés el más importante junto con la contaminación ambiental, electromagnética, tratamiento artificial de los alimentos… provocan a veces patología cardiorrespiratoria, hernias, padecimientos emocionales, anorexia, reumatismo, enfermedades del sistema nervioso, inadaptación, ansiedad… a todos estos factores de enfermedad causantes directa o indirectamente dependiendo de las tendencias patológicas de cada sujeto, lo que nos lleva a:

Una tercera teoría.

Llegados a esta evidencia, claro que un mismo agente causal en cualquier medio, no le afecta a todos los individuos expuestos con los mismos resultados, pues algunos miembros de ese colectivo receptor harán síntomas y otros no, dependiendo de esas tendencias patológicas individuales, su tolerancia, su sensibilidad, consciencia del problema, resistencia y adaptación autónoma, o asistida por ayuda externa al medio, harán superar el proceso o estancarse hasta su resolución.
Un claro ejemplo: a todo el abanico de alérgenos, patógenos, agresiones, (estrés), al que todos estamos expuestos, solo algunos individuos mostrarán síntomas, intolerancia, alergia o sensibilidad al mismo, es una reactividad personal de su sistema inmunitario, emocional, defensivo… De igual manera y en una esfera mental, un régimen de trabajo exigente a desarrollar, con una carga de estrés alta, hace que determinado número de empleados de la plantilla repita con bajas laborales de diferente índole, mientras otra parte no tiene esa afectación y gestiona mejor la carga de estrés, sin representar mayor problema para ellos.
Lo que nos lleva a pensar que los protocolos de gestión de estrés y los procedimientos de respuesta adaptativa y de supervivencia son individuales, y podemos gestionarlo de diferente manera mostrando resistencia y adaptación al menos en determinado momento espacio-tiempo, y que es posible que sean cambiantes y que si persiste o se modifican nuestros parámetros personales por cambio en el medio, responsabilidades familiares, personas a cargo…caigamos en hacer síntomas donde habíamos demostrado resistencia.

-TIPOS DE ESTRÉS
EUSTRÉS es la denominación que tiene una respuesta eufórica, emocionante en un instante determinado al comprobar que resuelves una situación concreta con éxito, la resolución de un examen realizado excelentemente, estar enemorado, una conferencia magistral tras su preparación, el desenlace final al aumentar la familia sin complicaciones (extractos puntuales de la vida), son los precursores de la SALUD. Los valores emocionales que revela el EUSTRES son de una felicidad, fortaleza, positivismo, vitalismo, gozo inconmensurables.
DISTRÉS por el contrario es ese estado donde el ser sufre el abandono de los valores de control físico (somatizaciones), dolor, alteraciones de piel y mucosas, temblores, sudoración, frio, ansiedad… y de control mental, obnubilación, shock, insomnio, hipersensibilidad luminosa y acústica, pesadillas… viene dado por situaciones que escapan al control, el accidente de tráfico que tras frenar se hace inevitable el impacto, la enfermedad con fatales resultados, el perder el empleo que sustenta tu familia… además de emociones descontroladas como ira, frustración, arrepentimiento, miedo, emociones retenidas.
Estrés AGUDO o estrés CRONICO
Una vez hemos definido estos dos valores de estrés, qué tipo de estrés viene se gestiona y nos abandona, y cual aparece, y viene para quedarse.
Agudo, es el más intenso, pero puntual que desaparece al salir de la situación causal, posiblemente el que más activamente interviene en procesos donde la vida corre peligro o así lo entiende nuestro cerebro.
En versiones más cotidianas, cada día está lleno de momentos de estrés agudo, que viene, pudiendo crearse una dependencia y necesidad de aceleramiento del ser en sus acciones meramente cotidianas lo que indica un desequilibrio, todavía llevadero, en este tipo de estrés la persona debe parar, y decidir cómo continuar su vida y su relación con el estrés, los recursos que se utilizan en este tipo de estrés para combatirlo van desde excitantes como cafeína, tabaco, alcohol o tomar clases de yoga, meditar, ejercicio moderado, dieta adecuada alcalinizante…tú eliges.

Crónico, el estrés en esta versión es el atrapamiento constante del ser en una situación que escapa a su control y de una manera indefinida en el tiempo pudiendo dar lugar a alteraciones reaccionales crónicas, el cuidar a un familiar con enfermedad terminal, un trabajo de esclavitud, un trauma infantil, la indiferencia social, la violencia de género, los abusos sexuales, el hambre y falta de recursos…¿verdad que a todos nos suena todo esto?, si, lo vemos cada momento en nuestro día a día, estamos inmunizados a ello. Pero, ¿esto general enfermedades?, claro que si, la lista es interminable, tiroiditis, depresión, obesidad, diabetes, hipertensión, ansiedad, alergias, intolerancias alimentarias, ulceraciones, impotencia, cáncer, cardiopatías… Este tipo de estrés está considerado ya dentro de un padecimiento de enfermedades en las personas que pueden necesitar de terapias, asistencia médica, psicológica, incluso psiquiátrica, ya que el autocontrol se hace muy difícil, y las medidas paliativas de apoyo como tabaco alcohol… terminan siendo un problema añadido y en ningún caso una solución.